Advertencia

"Las personas que intenten descubrir motivo en esta narración serán enjuiciadas; las personas que intenten hallarle moraleja, serán desterradas; las personas que intenten hallarle una trama, serán fusiladas. "
Mark Twain

martes, 6 de enero de 2009

Como si no hubiese un mañana. Capítulo 1. Qué Picha

"In the summer time, when the weather is high
you can chase right up and touch the sky"
Mungo Jerry

La gente cree que es cuestión de apilar las hieleras abajo, los maletines más grandes en el medio y la bola de fútbol con las 24 botella de té frío arriba, salir pasaditas las siete de San José con el bus taqueado de idiotas medio dormidos, desafiar el sol buscando el asiento donde no va a pegar en todo el recorrido, gritar un par de veces “Que Picha”, preguntar dónde quedó perdido MandaGüevo, saludar con reverencia y un par de vítores adormecidos las instalaciones de la Cervecería y comenzar la OP.

Pero es mucho más que eso. Es pasar por el aeropuerto y acordarse de que poco más de un año atrás eran setenta que esperaban un vuelo de cuarenta y cinco minutos a una isla mágica, hacer una paradita en La Uruca porque faltaba uno, soltar un par de lágrimas invisibles por los que cambiaron el bus por un avión al otro lado del charco o del San Juan, moverse incómodo en un asiento que nunca se adapta al cuerpo, ver el mar del Golfo desde las montañas, ponerse los anteojos de sol porque ahora de veras, sentir el aire caliente golpear la cara cuando se pasa por Barraca y pensar que ya casi.

Todavía falta lo esencial. Comenzar el conteo de los ríos, esperar esa estatua horrible de un caballo blanco y sentir los precios por la nuca, gritar que paren por un batido de menta chocolate cuando es el momento, esperar con impaciencia los rotulitos verdes que anuncian que el camino se acorta, percibir en el aire los primeros indicios de que alguien está castigando, buscar el hombro amigo donde pueda descansar la cabeza diez minutos, abrir las ventanas de par en par porque el calor ya no.

Iniciar la charla eterna de la música y el fútbol, recordar las viejas hazañas de cuando eran diecisiete años y se podía manejar la pelota con los botines, gritar que dejamos a ElQueSabe, abrir la primera bolsa de papitas o tortillas tostadas porque el hambre es atroz en estas latitudes, leer que faltan unos diez kilómetros para llegar a Liberia, oler el tufito característico de la comida rápida y comerla en menos de veinte minutos, tomarse una foto con las coronas que alguien le robó a El Rey y decirle a la chófer que le ponga bonito para llegar.

Entrar en esa pampa enorme, comenzar a joder a Peche con todas las fincas que tiene esparcidas por las calles del mundo, escuchar a alguien al fondo maldecir a todos los hijueputas, castigar más generosamente después de la parada en Liberia, entrar al cruce que va para la playa, estudiar cada letrero que anuncia un nuevo hotel para ver si estamos más o menos cerca del destino y animarse un poco.

Lo mejor es ver la Bahía al fondo con los montones de barcos anclados, preguntarse qué tan habitable será el búnker donde vamos a vivir la próxima semana, hacer los números del caso para ver cuántas birras alcanzan, darse cuenta que olvidamos el pañuelo de siempre y pedir parada para comprar otro, ver los primeros negocios conocidos, pasar por la casa gloriosa de Tía Dayi, esperar con suspenso los últimos cien metros hasta poder ver el rotulito que diga “Cabinas La Casona” y morderse un poco las uñas.

Lo mágico es descubrir tres cuartos totalmente habitables, hallar una selección de camas aptas para caer occiso a las seis de la mañana, bajar las primeras maletas del bus, coordinar el ride para la siguiente fiesta, poner a sonar los watts para empezar la fiesta en las mesitas de la pseudo-terraza, proponer la primera de muchísimas visitas a Tía Dayi para que nos dé los regalos que nos debe, soltarse las medias, quitarse las camisas, abrir la primera birra de la temporada con un aplauso general y sentir, este es el secreto, con el hígado y el corazón, que uno llegó a la playa.



3 comentarios:

Unknown dijo...

quee pich!

Camila dijo...

xq meti veranoo :'( !!!!!!

depeupleur dijo...

Buen trabajo Diego, se te siente más suelto y más natural con esta voz narrativa, más vos mismo. ¿Es una novela?