Advertencia

"Las personas que intenten descubrir motivo en esta narración serán enjuiciadas; las personas que intenten hallarle moraleja, serán desterradas; las personas que intenten hallarle una trama, serán fusiladas. "
Mark Twain

miércoles, 14 de enero de 2009

Como si no hubiese un mañana. Capítulo 2. Di qué?

"It's my life
It's now or never
I ain't gonna live forever
I just want to live while I'm alive"
Bon Jovi
Porque la verdad yo sé que nosotros no nos acordamos de esa noche, la pasada. Seguro muchas águilas y andar buscando al Drol por todo lado. A ver si podés decirme con claridad algo de esa noche. ¿Verdad que no?

Nosotros sí podemos contar una historia de otra noche, la segunda, capítulo dos dijo alguien cuando ya iba montado en el bus y así se quedó. Pero comenzó por ir donde Tía Dayi a pedirle unas bolsitas de hielo para tirarnos las birras de camino, porque eso de tomarlas calientes no matiza. De paso agarramos un six (o dos, o tres... qué carajo, varios) y nos Tía Dayi nos dio generosa un beso de despedida a cada uno. Abrimos la hielera, todo mundo lleve la cuenta para que no pase aquella de "Papaya puesta, papaya partida" y apúrese porque ya llegó el bus.

Algunos lavándose los dientes después de la cena (me dijeron que la Cava cocinó perros al mejor estilo Rambo-Chewbacca, pero ya ni sé), otros saliendo del baño con el pelo oliendo a cristiano y la camisa a medio poner. Casi todos esperábamos afuera, matizando la OP con los watts del Banca, que fueron fieles toda la temporada. Llegaron unos legionarios del glorioso Playa Hermosa Inn, montamos las almas al bus y arranque otra vez.

Que de pronto al guineazo del Peche le regalaron cuatro entradas con el Ve I Pe y no supo a quien regalarlas. Rifa entre los hombres civilizados del mundo occidental a ver quien las pegaba, sin importar su procedencia, nacionalidad o nivel de alcohol en la sangre. Sucedió que Perco, la Cava y el Tres se las embolsaron, mientras los otros doce solo veíamos así de lejitos. Alguien que le diga a la chófer que pare en el cruce para que nos den las entradas, porque Peche tiene que bajarse y todo eso.

Ya en el bus de camino, páseme una imperial pero que esté bien fria y abran la ventana porque algún hijueputa comenzó a castigar. Mae que aquí hay mujeres. Que se aguanten y que siga el evento. Se comienza a escuchar una voz muy grave tirar el primer "Evento, evento" coreado por medio bus al unísono. A la derecha empieza a verse un resplandor muy adentro y algún aguafiestas dentro del bus pensando en los operativos policiales del día siguiente.

En la parte de adelante del bus se comienza a perfilar la delantera para la noche en cuestión. El glorioso DT (a ver, ¿cuantos significados le encuentra a esas dos letras?) y sus secuaces barajan las primeras fichas para conformar la ofensiva. El Peche es postulado para asumir la casaca número nueve, aunque también el Tagui se ofrece, Zagon dice que él también y hasta el mismísimo DT ofrece sumarse al ataque. Finalmente se resuelve otorgarle la honorable número nueve al Zagon, porque la pidió con ganas mientras que Peche tomaría el once por la banda derecha, Tagui el diez por la izquierda y el DT querdaría repartiendo balones con el ocho en su espalda. Persínese, bese el zacate y salga a anotar.

Última revisión por parte de Zagon, ¿todos portan su respectiva entrada y cédula de identidad? El que no la trajo mamó. Fredman no tiene la de los dieciocho, pero se la presta el Tagui. Alguien se puso a pensar que este chequeo lo hubiese hecho Drol de haber venido, pero al rato y se entiende su ausencia. Igual ganó SD. Mae que sí, ya estamos llegando, el bus puede dejarlo ahí señora, pero déjenos bajarnos ya porque es ya que nos bajamos. Alguien dele muerte a las últimas cervezas y rótelas si no puede acabárselas, no sea tan roña de llevarlas de vuelta a La Casona, que Tía Dayi ve eso con malos ojos.

Se acuerdan que sacamos todos las entradas de las billeteras y caminamos hacia la entrada. Unos con sandalias (chanflas, decía Fredman) otros con el legítimo teni y un par con esos que ni cordones tienen. Ninguno con crocs gracias al Padre. Muestren todos la cédula, mae Tres usted saque también el carnet de la U y del Indoor que usted no se parece en la cédula. Y pasan primero unos, otros rezagados esperando, que alguien tuvo que aplicar meiosis ahí en la entrada y vamos.

A todos nos dieron las birritas cortesía en la entrada y de veras que le agarramos un gusto ese día la Piedra Hielo. Los más vivos pedíamos dos o tres y después no teníamos ni que usar los tiquetes porque ahora sí, a papaya puesta, papaya partida. Lo vacilon es comenzar a quebrarse en miles de grupitos de dos o cuatro o seis que a los cinco minutos cambian y son nuevos y otra vez cambian y nunca son los mismos en el mismo grupo otra vez. De veras, así es.

Ojo Peche, regrese rápido del Ve I Pe porque por ahí anda la que anda, que parece que Taca ya se la encontró y todo el asunto. Pero mejor vamos a ver a Kurt Dyer que anda jugando de Oasis y de Raimundo-y-todo-el-mundo allá en el toldo Piedra Hielo, porque además ahorita llega Federico Miranda y se van a creer Roger y David y esto se pone bueno. Lo que sigue es abrazarse y cantar como si no hubiese un mañana, porque así es como se canta aquí, carajo. Decime si vos no viste a un poco de locos cantar Wish you were here como endiablados, como borrachos o como querás decirles. Y Zagon que se hizo muy famoso porque fue a darle la mano como se debe. El Drol la hubiera gozado ahí.

Ya más tardito y ahí mismo comenzaron a matizarla Bichor, Tagui y Cava mientras Le Pop le ponía fuerte en el escenario. Lo bueno de saber aplicarla como si no hubiese un mañana es poder tirarse esos eventos sin meditarlo. Y los gloriosos vasos que brillaban, la Cava sosteniendo el suyo en lo alto de todo, presagio de la señorísima peda que iba a sufrir el siempre estimable vacuno (y que repitió cada noche que fuese a usar el vaso).

Todos comienzan como a tirar para lo suyo. El Popi, Bichor, el Nochi y todos se van separando. Pero los que no son unos insensatos sabemos que el Camino de la Verdad lleva a la entrada a pedir más birritas, porque los mops de la entrada dijeron que pasáramos por más, eso sí, una paradita para meiosis y vamos. Que bonita la generosidad, ¿verdad muchachos? Manos llenas de alcohol, y tómesela y no deje un solo culo de cerveza porque hay chiquitos sobrios en Botswana. Ahí fue cuando hicimos, ya no se ni quiénes estábamos, el siempre eterno Ziggy Zaggy Ziggy Zaggy Oi Oi Oi! para vaciar la lata de un solo. ¡Que feo eso! dijo una telenovela que nadie vio.

No habían sido las doce y ya el Banca estaba reluciente de tanto güaro y como que algo le cayó mal porque empezó a vomitar hasta el queque de la Primera Comunión. Nosotros que no podíamos ni creer lo del guarda cabrón que amenazó con echarlo del lugar y los de la Pseudo Cruz Roja que nada hicieron por él cuando estaba tirado en medio del cosmos. Si no pasa alguno de nosotros por ahí y lo ve tan bien acompañado por Hugo y Godzilla quien sabe donde queda el Banca esa noche. Pero ahí se quedó Perco y varios ayudando al Banca a pasar esta, porque todos hemos estado ahí tirados en medio del cosmos y ayudarse es cosa de humano.

A Peche le había pasado lo que le pasó y anduvo con ganas de tajadearse por un buen rato, mientras Pe y Taca andaban por ahí perdidas por los toldos del mundo. La verdad que nadie era muy ubicable entre la cantidad absurda de gente (aunque eso sí podemos decir, no fue tanta gente esta vez). Para entonces llevábamos empanzados entre ocho y diez birras por jupa, casi todas obsequio generoso de la Cervecería para los pobres mortales del mundo libre y el Tres no podía ni caminar derecho, y eso que tenía que guiar a Bichor a zona segura.

Se subía y se bajaba del Ve I Pe, algunos pasaron por un buen gallo de carne o la legítima hamburguesa que pasa factura al día siguiente, en medio de una fuerte mensajeada a Hu Jintao. Dicen que por aquél entonces pasó el concierto de Fonseca, que resultó ser en pelelazo de metro y medio, pero pocos eran los que tenían pareja para el bailongo y el evento siguió su curso natural de birras y compas. Vaya aplique meiosis mijito, que no me lo agarre Candanga sin confesar y con la vejiga llena.

Y si de pronto fue ahora o antes, o después o en una noche paralela ya nadie sabe, pero el Peche estaba hablando con la-que-usted-sabe, se volvió para responderle alguna de sus preguntas y la encontró en plena acción, sin asomo de sonrojo en ningún lado. Bueno, apague y vamonós, usté disfrute y ya regresamos a sintonizarla. Que de pronto la-que-usted-sabe se haya pegado los tapiz como dicta la legítima y soberana Ley Mayor y que le arrancara la gloriosa número nueve a Zagon nos dejó fuera de base. Pero such is life in the tropics, dijo Yayo. O ElQueSabe. Alguno lo dijo.

Bob Sinclair y en algún momento nos reunimos un par para cantar Love Generation, pero tirando a una chavala al aire y recibiendo el señor enjache de los carajos de seguridad (aunque dijo el Kichos, que también es el DT, que a él le llamaron la atención los Hache Pes). Muchos seguían leales con el Banca, todavía occiso en algún lugar de la finca.

Segun el reporte oficial fue en este momento que ocurrió la cosa más memorable y hermosa de toda la noche. Mientras todo mundo se pegaba el evento de su vida con Bob, la Cava se hizo presente en media pista de baile, situado estratégicamente donde tiene que estar y empezó a matizarla. Entonces voltea la cabeza al lado, encuentra un objetivo a la vista y tira el dardo mortal. "Di, ¿qué?". Y ella: "Di, sí." Así son las cosas, te comprás una Pentium Cuatro y no me vengás con mierditas, porque el que puede, puede y los demás, que aplaudan.

Pasadonas las tres o las cuatro, suponiendo que alguien mantenía suficiente cordura para saber qué hora era, el Bob se bajó del escenario y los pueblos libres se dispersaron. Empieza entonces a patalear la fiesta, si de veras se quiere pegar el evento vaya y gaste sus últimos tiquetes, porque el roncito está bueno y el vodka limpia el alma.

Antitos de las cinco se ven llegando los primeros arrepentidos a la zona de abordaje del bus, algunos ya sintiendo el peso inmoral de la goma tempranera y otros todavía matizaban el final de la OP. Todos tirados y Taca llega de un chichón porque perdió el cuernófono y ni siquiera el Nochi pudo encontrarlo (aunque la gente dice que fue porque les dio pereza meterse a la tarima a buscarlo, si hubiera entrado de fijo el Nochi lo encuentra).

Y finalmente llega el bus para finalizar el evento. Lo que sigue es intentar dormirse en los asientos, porque nadie se acuerda del capítulo uno, estrenar sol allá al oeste, ver el montón de idiotas que los guardó la ley por manejar tapiz y pensar que el viaje se hace estúpidamente largo. Pero al final uno siempre regresa donde tiene que regresar. Pasadas las siete arribamos a puerto, abrimos el noble portón verde de La Casona, tiramos la hielera donde primero pudimos y caímos en cada cama, agradeciendo al cosmos por tener unas cuantas horas para agarrar fuerzas antes de empezar todo de nuevo.

2 comentarios:

depeupleur dijo...

Muy bueno, esta voz te es completamente natural. Esta pieza parece ser una crónica más que un cuento, pero eso no le quita merito literario. Es refrescante escuchar la verdadera voz de la juventud.

CATA dijo...

,Taca, es Cata.
jajajajaja me gusto muuucho muuucho, más que el anterior. supongo xq entendi algunas cosas.