El ping pong es un deporte relativamente sencillo. Dame que te doy, viene y va ese universo blanco de un lado a otro de la red. Paleta Uno. Paleta Dos. Una Mesa. La Red. Punto. (Y la blanca). Yo soy bueno jugando esta base, este modelo primitivo. Entonces la chavala agarra la Paleta Uno (o la Dos, total es lo mismo) y me dedico a pasar la pelotita blanca, dejarla picando en su lado y esperar que regrese para otra vez devolverla. Así crecí yo, chiquitos todos de buenas intenciones, nada de esconder nada, las cosas de frente como en Julio Verne y Louise M. Alcott y Stevenson.
Doble cachetada y patada en la espinilla. Bienvenido al Siglo XXI.
Aquí toca leerse todo el manual. Si usted pensaba eso de hablar las cosas como son, pregúntele a Andrés López como le va con eso. El réferi se planta al lado de la red, se lleva el silbato a la boca y de pronto uno se da cuenta que la paleta se agarra de otra manera, que tiene que pegarle a la bola a cierta distancia de la mesa, que no se le puede pegar muy fuerte, que la conversación no es permitida a medio juego y muchos otros ques.
Aprendé a jugar muchacho. O te vas a competir en la Liga del Mango.
3 comentarios:
Mejor que comparar con futbol
jajajaja que bueno está diego
Me gusta la comparación con el ping pong. Me encanta que se establezcan ese tipo de comparacioness... leerlas es mucho mas emocionante! :D
Enseñame diego! :D
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